miércoles, 4 de diciembre de 2013

El Conciertazo



Ayer conocimos la triste noticia del fallecimiento de Fernando Argenta a causa de un cáncer de páncreas. Maestro de comunicadores de la música clásica, desde “¡A la Parrilla!” queremos dedicarle un sentido homenaje siendo el primero en ocupar la sección “El VHF”, una mirada al pasado que comienza con SU programa en mayúsculas: “El Conciertazo”.

“El Conciertazo” empezó en el año 2000 con un prólogo de Fernando Argenta antes de la cabecera. Entre la orquesta, en un escenario a oscuras, nos saludaba a los niños iluminado sólo por un foco de seguimiento con un mensaje: “Esta es vuestra orquesta”. Nos ofrecía a los niños la Orquesta Sinfónica de RTVE para que, jugando, descubriéramos la música clásica. Para muchos, el programa era una adaptación a televisión de su programa de RNE “Clásicos Populares”, pero realmente adaptó una fórmula que ya venía haciendo por toda España con sus conciertos para niños.

Un concierto con el patio de butacas iluminado. Un concierto en el que el menos serio era su maestro de ceremonias. Un concierto en el que todo, absolutamente todo podía pasar: desde que el ballet enseñara a un grupo de niños a hacer una arabesca a que toda la orquesta se disfrazara con chubasqueros para tocar la polka “Bajo truenos y relámpagos”, pasando por una infinidad de voluntarios disfrazados que saltaban a la palestra cada vez que Argenta los solicitaba. Y no había vergüenzas: el menudo público siempre estaba entregado a la causa en un espectáculo con una alegría desbordante. Convirtió al director de orquesta Pascual Osa en un gran cómplice del programa junto a la Orquesta Filarmonía, que pasó a ser la habitual tras los primeros programas con la del ente público.


“El Conciertazo” supo, poco a poco, evolucionar y adaptarse a las modas: marcó con cortinillas diferentes secciones con las que hacer un pelín más ordenado y didáctico su desarrollo; y, cuando aparecieron “Los Lunnis”, el programa incorporó como copresentadores a Los Traca; una familia de marionetas que podían convivir con cualquier compositor en su teatrillo. Pero eso no hizo que nunca perdiera su esencia: la de disfrutar de la música en directo; porque no sólo había clásica, sino que también las grandes Bandas Sonoras del cine y la televisión tenían un hueco y con ello empezábamos a descubrir a los compositores más actuales. Además, el programa ganó dos premios Ondas y un premio del Festival de Televisión de Montecarlo y el formato fue exportado a Italia, donde lo producía Rafaella Carrá para la RAI.


Este programa tocó a su fin en el verano de 2008: debido a su antigüedad en la empresa, Fernando Argenta fue incluido en el ERE de RTVE; el mismo en el que fueron despedidos otros históricos profesionales como Rosa Mª Calaf o José Antonio Maldonado. En entrevistas de la época, afirmó que no quería abrir dar paso a las llamadas de los oyentes de RNE porque le entristecía oír las sentidas despedidas que le dedicaban.

RTVE prometió que sus programas serían sustituidos por otros de corte similar: a La2 llegó “El Club del Pizzicato”, presentado por el violinista libanés Ara Malikian y la soprano Virginia Carmona, que comenzó siendo una especie de “Club Disney” de la música culta; que, en su segunda temporada, recibió un grandísimo lavado de cara para otorgarle la estética de programas como “Música Sí” y a los jóvenes actores de TVE Patrick Criado (Nuño en “Águila Roja”) y Lucía Gil (“Gran Reserva”) acompañando a Malikian. El programa desapareció la temporada pasada, dejando huérfana a La2 de TVE de un contenido infantil altamente necesario en nuestra televisión pública.


Los niños que crecimos con Fernando Argenta nunca podremos agradecer todo lo que nos enseñó este Señor, la música que nos descubrió y el amor que nos inculcó hacia ella. Siempre tendré la espinita clavada de no poder agradecerle en persona todo aquello a lo que me motivó y me llevó a aprender; conocimientos que hoy día sigo poniendo en práctica. Gracias por demostrarnos que la música culta puede ser divertida. Gracias por demostrarnos que hacer otra televisión es posible.

Sólo podemos cerrar este post de la misma manera que él cerraba sus programas, dando vueltas como una peonza bajo una nube de papelillos de colores: ¡VIVA EL CONCIERTAZO! ¡VIVA LA ORQUESTA FILARMONÍA! ¡VIVA LA MÚSICA CLÁSICA!

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