lunes, 18 de noviembre de 2013

Yo sobreviví a un concurso japonés (Big In Japan)


En el UpFront de hoy tenemos un reality game que, aunque pudo haber recalado en La Sexta hace cinco años, no ha llegado a estrenarse en España: “Big in Japan”.

LA FÓRMULA: Los concursantes como pez fuera del agua de “Perdidos en la Tribu” + “Supervivientes”/”Gran Hermano VIP” + “Humor Amarillo” + “El Grand Prix del Verano”

¿Qué pasaría si enfrentásemos a un grupo españoles a un concurso japonés… hecho en Japón?

Probablemente, lo más parecido al paradigma de un concurso japonés que hemos tenido en España haya sido el histórico “El Grand Prix del Verano” que hizo que Ramón García nos animara los veranos desde TVE antes de que Bertín Osborne ocupara su lugar en las autonómicas. Siguiendo la senda que abrió “Jeux sans Frontieres-Juegos sin Fronteras” que producía Eurovisión; llegó a nosotros un estilo de concurso de pruebas en el que los concursantes, con disfraces variopintos, caían al suelo de todas las formas posibles o luchaban contra elementos tales como cintas transportadoras, piscinas, péndulos gigantes y el cronómetro jugando en su contra.

Y ellos, a su vez, bebían en parte de dulcificar concursos japoneses tales como “Takeshi´s Castle”, título original de lo que aquí llamamos en su momento “Humor Amarillo”. Porque, hasta la llegada de este concurso ¿En cuántos programas habíamos disfrazado a concursantes de bolo gigante para que fueran derribados?
El gran año de inflexión del concurso de la vaquilla fue el verano del año 2000, cuando decidieron grabar el programa en la plaza de toros de Móstoles y prácticamente todas las pruebas pasaron a tener algún referente del japonés: llegaron juegos como los troncos locos o manos a la carta,  probablemente las más exitosas de esa etapa dado a que duraron hasta el fin del formato.

También debemos sumar que, desde el nacimiento de YouTube, los vídeos de cámaras ocultas o concursos japoneses con desafíos extremos tienen cada vez más adeptos entre los internautas por su estética hortera (permítanme la licencia) y por la locura que parece invadir tanto a presentadores como a público.

¿Están hechos los japoneses de otra pasta o también podrían aguantarlo cualquier hijo de vecino? “Big in Japan” intenta demostrar que cualquiera puede hacerlo (o no) con dos temporadas en la ABC estadounidense (haciendo tándem en la misma noche con “Wipeout!”) bajo el nombre de “I Survived a Japanese Gameshow”, produciéndolo en otros cuatro países más y ganador de las Rosas de Oro al Mejor Reality y al Mejor Concurso. Y los que lo intentan demostrar son los propios japoneses, dado a que la idea de traer a extranjeros a sus concursos viene de la productora nipona Fuji Television Network, creadora del tetris humano de “El Muro Infernal”… o quizás también la idea viene de un mítico capítulo de Los Simpson.



Dos grupos de compatriotas son llevados a Japón para enfrentarse entre ellos a un concurso japonés. El factor reality entra en juego no sólo por el estilo de su realización, sino porque los concursantes son divididos en dos equipos al más puro estilo “Supervivientes”… O quizás más bien al más puro estilo “Gran Hermano VIP”, porque el equipo que gane la primera ronda de juegos vivirá con más comodidades que el equipo contrario. Los perdedores se enfrentarán a una ronda más de juegos para decidir quién de ellos queda eliminado y vuelve a su país.

Al igual que en “Perdidos en la Tribu” o en “Pekín Express”, todo lo que va más allá de las pruebas en sí es vendido como una inmersión en la cultura japonesa con sus pros y sus contras para los concursantes: conocerán lo que es un viaje en tuc-tuc cómodamente como pasajero si ganan la prueba o puede que lo hagan tirando de él si es que la pierden.

El hilo conductor y el desencadenante de todo es ver cómo los concursantes participan en un concurso japonés en Japón: con presentador japonés y con público japonés. Esta sensación se aumenta para el espectador al estar realizado siguiendo ese estilo de peculiarmente desenfadado de los cámaras nipones y con grafismo en japonés. Sobre las pruebas, si es cierto que son prácticamente iguales, pero con una salvedad: donde los japoneses torturan con agua hirviendo o hielo, los occidentales seguimos poniendo (gracias a Dios) harina de repostería. Pero, lo que no cambia, es que los concursantes sufren el más absurdo ridículo; con la diferencia de que el público se ríe de ti y no sabes por qué al no entender el chascarrillo del presentador.

Sobre su llegada a España, ahora mismo ni está ni se le espera. En verano de 2008, justo después de que la ABC acertara con su adaptación y durante el gran apogeo de “Sé Lo Que Hicisteis”, donde Miky Nadal solía ofrecer fragmentos de estos concursos, la cadena compró los derechos para una adaptación en nuestro país a cargo de Zeppelin; algo que se podría antojar algo improbable en este momento. Era un buen momento incluso para dar un gran espaldarazo a la carrera del cómico aragonés y ofrecerle el cargo de presentador; pero ahora puede ser bastante complicado el que pueda llevarse a cabo tal y como lo vemos en algunos vídeos de YouTube. Salvo que los concursantes españoles sean colaboradores de “Sálvame”, creo que tendremos que esperar mucho para verlo en nuestras pantallas. O que a Cuatro se le acaben los tróspidos y decidan sacarle partido para poder volver a enfrentar a un grupo de concursantes a la realización de Eyeworks-Cuatro Cabezas, pudiendo ser un gran remplazo a ellos.

Por cierto, disfruten del capítulo que fue estreno de este programa en EEUU.


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