miércoles, 11 de diciembre de 2013

Humor Amarillo VS ¡Guaypaut!



Hoy tenemos un duelo realmente friki, pero de los que nos gustan en “¡A la Parrilla!”. Dos concursos no de gran formato, sino de formato gigantesco; basados en la comedia de slap stick: admitámoslo, es difícil aguantar la risa cuando alguien se cae de manera divertida. A mi izquierda, uno de los programas japoneses más doblados de la historia; a mi derecha, una actualización que ha hecho talegar a concursantes de medio planeta. El ring, un terreno bastante embarrado. Hoy enfrentamos: “Humor Amarillo” versus “¡Guaypaut!”.


HUMOR AMARILLO

Un día, el director de cine Takeshi Kitano jugaba a Super Mario Bros con su Nintendo cuando imaginó cómo sería hacer un concurso enfrentando a los concursantes a los mismos retos. En vez de batir al malvado Booster para salvar a la princesa Peach, los concursantes tendrían que asaltar su castillo para conseguir un millón de yenes a repartir: así nació “Takeshi´s Castle”, emitido en la Tokyo Broadcasting System entre 1986 a 1989.

Un concurso en el que un centenar de participantes corrían como pollos descabezados en todo tipo de pruebas que, en origen, tenían sentido… Pero que, poco a poco, fueron evolucionando hacia el más absoluto despiporre. Como pieza clave, desde el castillo, Kitano y Higashi Sonomanma comentaban las jugadas, caídas y golpes de los concursantes; que eran entrevistados por un reportero en el campo de batalla, Junji Inagawa; siendo estos dos últimos los más estables durante los 100 programas a lo largo de los tres años.


Veintisiete cadenas de otros países se interesaron en un programa de humor que, para ellos, era tremendamente barato al sólo tener que conseguir a un traductor de japonés y aun buen par de cómicos locutores que le dieran chispa al asunto.En España, el programa tuvo dos etapas: la primera y más mítica en los orígenes de TeleCinco, con los comentarios de Juan Herrera y Miguel Ángel Coll de 1990 a 1995; y una segunda en Cuatro de 2006 a 2007 basada en los mismos programas japoneses con Fernándo Costilla y Paco Bravo, que fueron mejorando con creces el programa a lo largo de los capítulos. Al hablar de ellos, tenemos que hablar del poder del malogrado Chino Cudeiro: todos ellos crearon personajes recurrentes con los que dar sentido a lo que veíamos. Esto ya sucedía en otras versiones, pero en la última etapa, en la que renombraron y en los primeros programas crearon a más personajes como la defensora del concursante Dolores Conichigüa o Gacela Tompson; y, también, desarrollaron personalidades a personajes que en los noventa no lo hicieron, como la de maníaco sexual de Pepe Livingstone. Aunque criticados en internet, es un mérito que no se les puede negar.



“Takeshi´s Castle” ofreció nuevos conceptos de pruebas al mundo occidental, en las que se ponía en cierto riesgo la integridad física del concursante; y que, más tarde, fueron compradas en España para realizarse en “El Grand Prix del Verano” (¿O no se parecían un poco los troncos locos a los rollitos de primavera?), lo que llevó a que algunos países asiáticos lo emitieran igual que aquí hacíamos con el japonés.

Sólo tres países se atrevieron a hacer versiones propias: EEUU, que la FOX adaptó en 1990 con el título “King Of The Mountain” (“Rey de la Montaña”) emitiendo sólo un programa de los dos grabados, y en 1993 la CBS lo llamó “Storm the Castle!” (“Asalta al castillo”) y que no pasó del programa piloto emitido; Taiwan, que lo adaptó bajó el nombre “100 guerras, 100 victorias”; y Alemania, que sustituyó el castillo por un galeón pirata en verano de 2007 en “Entern oder Kentern” (“Entra o cae”).



¡GUAYPAUT!

Algún añorante creativo de EEUU se preguntaría por qué no funcionaron “King Of The Mountain” o  “Storm the Castle!”:¿Sería que el desarollo era demasiado japonés? ¿Sería que los concursantes jugaban en familia, como en los especiales del de Kitano en el intento de la CBS?


Fue en 2008 cuando encontraron la clave y crearon el concurso “Wipeout”. Su estreno en la ABC en el Prime Time de los lunes de la temporada de verano junto al ya comentado en este blog “I Survived a Japanese Gameshow” fue un triunfo. Producido por Endemol y grabado en Argentina, se convirtió hace unos años en un auténtico éxito internacional.

En “Wipeout”, veinticuatro concursantes deberán ser los más rápidos en una serie de carreras de obstáculos que, con toda probabilidad, les podrían hacer caer al agua o a una piscina de barro: desde saltar sobre una serie de bolas rojas gigantes o pasar por la cornisa de un muro del que salen puños. La mitad de los concursantes más lentos iban cayendo ronda tras ronda de juego para llegar al “Wipeout Zone”, donde un recorrido aún más complicado y espectacular les puede llevar a la victoria en mitad de la noche o acabar fuera de juego rendidos tras un agotador día de golpes y ejercicio físico. Todo esto con un casting con una buena cantidad de concursantes frikis, que eran comentados por dos locutores en off (John Anderson y John Henson) que aparecían a veces desde una falsa cabina cabina de comentarista grabada en chroma y una reportera en el terreno de juego (Jill Wagner).

La clave de “Wipeout” son las carreras contrarreloj y unos recorridos que, aunque absurdos y aparentemente acolchados, han incorporado todo tipo de molestas sorpresas. Las últimas de ellas, en base a pistones; haciendo que la participación no dependa ya de la pericia del concursante, sino del día que tenga el manipulador del recorrido y de las ganas que tenga de hacerles sufrir: ha aumentado en injusticia y un pelín en crueldad. Además, el programa tiene un acabado más occidental que quizás los dos precedentes en EEUU no tenían.

En España decidieron adaptarlo en TeleCinco con  Carmen Alcaide (“Aquí hay tomate”) como reportera en la zona de juego y en la zona de comentaristas… a Carmen Alcaide también. Probablemente, el mayor error de esta adaptación el no respetar la existencia de, al menos, un presentador en off. Además, cabría recordar que TeleCinco decidió estrenarlo tras un capítulo especial de "Escenas del Matrimonio" en el segundo Prime Time de Nochebuena como un especial y que el título fue traducido al spanglish como “¡Gauypaut!”. El programa, como todas las adaptaciones, se grabó en Argentina en los recorridos originales, aunque sustituimos la BSO con silbatos del americano por algo parecido a la de "Piratas del Caribe".

En la medianoche estival de Boing hemos podido ver la versión original doblada al español durante los dos últimos veranos; en la que, por cierto, falleció un concursante tras un programa de la segunda temporada.

¡TÚ DECIDES!
Ahora te toca votar a ti. ¿Japoneses o españoles? ¿Takeshi Kitano o Carmen Alcaide? ¿Contra esbirros peculiares o contrarreloj? ¡Guerra en el barro! No sabemos quién ganará, pero alguien seguro que se lleva un buen golpe. ¡VOTA!




viernes, 6 de diciembre de 2013

MasterPiece (MasterPiece)



Que los Talent Shows profesionales están de moda es algo que no se pueden negar. Y, como todo, cuando uno triunfa por goleada muchos otros buscan su hueco y aparecen nuevas propuestas. En Italia acaba de aparecer “MasterPiece"; producido por Freemantle Media,el que muchos definen como el “MasterChef” de los escritores; muy comentado en este momento gracias al exhaustivo análisis del blog “El Asombrario&Co.” de elDiario.es que nos lo ha descubierto para muchos. Desde “¡A la Parrilla!” nos gustaría analizar también las claves de este formato y entresacar su fórmula que, aunque no lo parezca, va más allá de “MasterChef”.

LA FÓRMULA: Nombre y mecánica similar a “MasterChef” + “Tu Oportunidad” (“Dragon´s Den”/”Shark Tank”) + “Me Cambio de Familia”

En “MasterPiece” buscan el próximo gran éxito de ventas de la literatura italiana: la mejor obra se publicará con una tirada inicial de 100.000 copias, un número muy superior a lo que en la actualidad suelen ser las ventas en librerías. Para ello, en la fase clasficatoria actual, 10 concursantes se presentan ante un jurado de escritores con su novela inédita para saber si esta se merece ser publicada como la Obra Maestra del Año.

El concurso se divide en tres bloques: audición, prueba de inmersión y prueba final. En las audiciones, los concursantes leerán una página de su obra a los jueces para que estos decidan si merece pasar a la siguiente fase de la criba o no: si la obra recibe dos votos positivos de tres, pasa a la segunda fase de la audición. Tras una deliberación, el jurado debe escoger sólo a cuatro de los clasificados para la prueba de inmersión.

Los cuatro concursantes son divididos en dos parejas para la prueba de inmersión. El programa les tiene preparada una experiencia en algún lugar de Italia, en la que podrán conocer situaciones y personajes concretos desarrollando una actividad que, aparentemente, debe de ser alejada a la de los concursantes: en el tercer programa, una pareja de chicas ingresa en un convento durante un día y medio y una pareja de chicos entra en una convención de culturismo durante un día.

Al volver a plató, los concursantes tendrán treinta minutos para improvisar sobre su experiencia un relato corto según las indicaciones del jurado: por ejemplo, una página del diario de la Madre Superiora del convento que recibió a las chicas, sintiendo que el personaje las acoge aunque pueda temer al ser ellas unas extrañas en su realidad. De cada una de las parejas de textos, el jurado se queda con uno; teniendo así a los dos finalistas del programa.

La prueba final es el Elevator Pitch, el discurso del ascensor. Este se desarrolla fuera de plató, de noche, en el ascensor del impresionante Museo del Cine de Turín. El concursante compartirá trayecto en ascensor con un escritor invitado al que deberá contar la trama de su novela en el tiempo que tarda en subir del suelo a la cúpula del edificio, 59 segundos. De vuelta al estudio, el escritor invitado y el jurado decidirán qué concursante es el ganador del día y debe pasar a los programas finales de “MasterPiece”.  El programa finaliza con consejos de escritores y editores hacia los espectadores sobre cómo escribir una historia mientras que pasan los créditos.



“MasterPiece” utiliza la mecánica del Talent Show culinario: tres fases de juego, la segunda de ellas en exteriores y cada una con una duración máxima de 40 minutos (40, 30 y 20 minutos). Pero no sólo la usa, sino que la explota hasta límites insospechados, mezclándolo con otros formatos que también funcionan y que lo potencian aún más.

La fase de audiciones tiene mucho ritmo y transmite lo mismo que el momento de la venta de un proyecto en “Tu Oportunidad” (adaptación española de “Dragon´s Den”). El concursante no lee solo, sino que el espectador puede seguir la lectura en el mismo instante: todo lo que se lee de una obra se subtitula. Las pruebas de inmersión, al igual que la fase de grupos de “MasterChef” aporta una dosis sorpresa y frescura en cada programa; pero aquí no es sólo un sitio en el que cocinar o para el que guisar: es un lugar donde convivir y acercarse a una realidad al igual que ocurre en “Me Cambio de Familia”. No es casual que a una chica con media cabeza rapada que ha presentado una novela sobre un chaval de 1968 descubriendo su homosexualidad sea una de las que entra a convivir durante dos días en un convento de clausura. Y, al igual que en "Top Chef", también tenemos el posible choque de egos de un grupo de escritores enfrentados a un jurado.

Visualmente, la prueba de inmersión en plató aporta el bello espectáculo de la creación, dado a que los ordenadores de los concursantes están conectados a una pantalla tras ellos mismos por las que ver lo que escriben en ese momento. La prueba final funciona debido al lugar en el que se realiza: en el ascensor de un edificio imponente y al que durante todo el programa se identifica con el último desafío; si fuera el clásico alegato (como en las audiciones) no aportaría nada y aburriría. Además, a la hora de presentar a Turín en esta última fase el programa se impregna de la serie “Sherlock” de la BBC, tanto en gama cromática como en el uso de la técnica del Timelapse con Tilt Shift, haciendo parecer miniaturas a los coches y edificios.

Este formato tiene una ventaja frente a “MasterChef”: aquí el público también cata el resultado final. La literatura se puede sentir más fácilmente que la cocina.

El presentador y coach de concursantes, Massimo Coppola, escribe, es guionista, director de cine y televisión y es editor; similar a la figura de David Trueba en España, pero su atractivo hace que potencie aún más el que un público femenino y más lector de enganche al programa. 


Sobre su llegada a España, es complicado pero no imposible. Es un programa para la minoría que ahora mismo está perdiendo audiencia, y por su temática debiera recalar en La2 de TVE al igual que este se encuentra en Rai 3. Pero, por su presupuesto, se hace difícil que sea allí e iría a La 1. Los amantes de la literatura disfrutarán del programa, pero para que sea un espectáculo depende de un gran trabajo de casting para encontrar a jueces españoles relativamente jóvenes que den juego y caché sin tener que recurrir a Antonio Gala; que, por otra parte, sería un gran fichaje. Dudo que Pérez Reverte acepte, pero atraería mucho a la audiencia y por seguro haría que las redes sociales ardieran y funcionase el programa.

Sólo un “pero”: el programa descubre en buena parte la escritura como actividad industrial desde un plató de la misma estética, algo que puede hacer que muchos espectadores se entristezcan al no verlo como romántica creación solitaria.  “MasterPiece” es un programa que sólo podría recalar en TVE: es una apuesta muy arriesgada por el fomento de la lectura y, aún más, por animar a la creación.

¿Tienen tiempo? No se lo pierdan... Aquí un enlace al tercer programa en la web de la Rai.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

El Conciertazo



Ayer conocimos la triste noticia del fallecimiento de Fernando Argenta a causa de un cáncer de páncreas. Maestro de comunicadores de la música clásica, desde “¡A la Parrilla!” queremos dedicarle un sentido homenaje siendo el primero en ocupar la sección “El VHF”, una mirada al pasado que comienza con SU programa en mayúsculas: “El Conciertazo”.

“El Conciertazo” empezó en el año 2000 con un prólogo de Fernando Argenta antes de la cabecera. Entre la orquesta, en un escenario a oscuras, nos saludaba a los niños iluminado sólo por un foco de seguimiento con un mensaje: “Esta es vuestra orquesta”. Nos ofrecía a los niños la Orquesta Sinfónica de RTVE para que, jugando, descubriéramos la música clásica. Para muchos, el programa era una adaptación a televisión de su programa de RNE “Clásicos Populares”, pero realmente adaptó una fórmula que ya venía haciendo por toda España con sus conciertos para niños.

Un concierto con el patio de butacas iluminado. Un concierto en el que el menos serio era su maestro de ceremonias. Un concierto en el que todo, absolutamente todo podía pasar: desde que el ballet enseñara a un grupo de niños a hacer una arabesca a que toda la orquesta se disfrazara con chubasqueros para tocar la polka “Bajo truenos y relámpagos”, pasando por una infinidad de voluntarios disfrazados que saltaban a la palestra cada vez que Argenta los solicitaba. Y no había vergüenzas: el menudo público siempre estaba entregado a la causa en un espectáculo con una alegría desbordante. Convirtió al director de orquesta Pascual Osa en un gran cómplice del programa junto a la Orquesta Filarmonía, que pasó a ser la habitual tras los primeros programas con la del ente público.


“El Conciertazo” supo, poco a poco, evolucionar y adaptarse a las modas: marcó con cortinillas diferentes secciones con las que hacer un pelín más ordenado y didáctico su desarrollo; y, cuando aparecieron “Los Lunnis”, el programa incorporó como copresentadores a Los Traca; una familia de marionetas que podían convivir con cualquier compositor en su teatrillo. Pero eso no hizo que nunca perdiera su esencia: la de disfrutar de la música en directo; porque no sólo había clásica, sino que también las grandes Bandas Sonoras del cine y la televisión tenían un hueco y con ello empezábamos a descubrir a los compositores más actuales. Además, el programa ganó dos premios Ondas y un premio del Festival de Televisión de Montecarlo y el formato fue exportado a Italia, donde lo producía Rafaella Carrá para la RAI.


Este programa tocó a su fin en el verano de 2008: debido a su antigüedad en la empresa, Fernando Argenta fue incluido en el ERE de RTVE; el mismo en el que fueron despedidos otros históricos profesionales como Rosa Mª Calaf o José Antonio Maldonado. En entrevistas de la época, afirmó que no quería abrir dar paso a las llamadas de los oyentes de RNE porque le entristecía oír las sentidas despedidas que le dedicaban.

RTVE prometió que sus programas serían sustituidos por otros de corte similar: a La2 llegó “El Club del Pizzicato”, presentado por el violinista libanés Ara Malikian y la soprano Virginia Carmona, que comenzó siendo una especie de “Club Disney” de la música culta; que, en su segunda temporada, recibió un grandísimo lavado de cara para otorgarle la estética de programas como “Música Sí” y a los jóvenes actores de TVE Patrick Criado (Nuño en “Águila Roja”) y Lucía Gil (“Gran Reserva”) acompañando a Malikian. El programa desapareció la temporada pasada, dejando huérfana a La2 de TVE de un contenido infantil altamente necesario en nuestra televisión pública.


Los niños que crecimos con Fernando Argenta nunca podremos agradecer todo lo que nos enseñó este Señor, la música que nos descubrió y el amor que nos inculcó hacia ella. Siempre tendré la espinita clavada de no poder agradecerle en persona todo aquello a lo que me motivó y me llevó a aprender; conocimientos que hoy día sigo poniendo en práctica. Gracias por demostrarnos que la música culta puede ser divertida. Gracias por demostrarnos que hacer otra televisión es posible.

Sólo podemos cerrar este post de la misma manera que él cerraba sus programas, dando vueltas como una peonza bajo una nube de papelillos de colores: ¡VIVA EL CONCIERTAZO! ¡VIVA LA ORQUESTA FILARMONÍA! ¡VIVA LA MÚSICA CLÁSICA!

lunes, 2 de diciembre de 2013

Estrellas en alza (Rising Star)


La semana pasada hablábamos en el UpFront de la notoriedad de Israel en el ámbito de la creación de formatos; y esta misma semana se ha confirmado la compra por parte de Antena 3 de un talent show que acaparó un gran interés en el último MipCom de Cannes (la gran feria internacional de formatos de entretenimiento) a Tedy Productions, con sede en Tel Aviv. Se trata de “Rising Star”, cuya traducción literal sería “Estrella Naciente”; algo muy propio de estas fechas de Adviento al ser un programa venido de Oriente. También podríamos traducirlo como “Prometedora estrella”, pero, debido a la mecánica, consideramos que se trata a la vez de un juego de palabras con el verbo inglés Rise (subir, alzar, aumento en el caso de sustantivos); por lo que creemos conveniente traducirlo para este blog como “Estrellas en alza”.

LA FÓRMULA: La votaciones del público durante las actuaciones de “El Gong Show” en positivo + programa en directo + app móvil gratuita

En “Estrellas en alza” un nuevo valor de la música salta al escenario para enseñar cómo es su voz y lo que vale encima de un escenario: en directo y en prime time. Es por ello, que el programa le ofrece un micro para que cante en un escenario circular rodeado por una gran pantalla semicircular que le impide ver al jurado de cuatro jueces y a una abarrotada grada de público; aunque el concursante sabe que ellos están allí: el concursante no podrá verles, pero el público y el jurado sí lo hará a través de la otra cara del videowall. Al iniciar su actuación, en la pantalla aparece una barra de aceptación, que muestra el porcentaje de votos positivos que está recibiendo en ese momento: si llega al 70%, supera la audición. Y que ese porcentaje aumente depende del público en casa, pero no a través de llamadas o de sms: lo harán desde una aplicación gratuita para teléfonos inteligentes. Cada vez que un espectador vota desde su Smartphone, su avatar en la aplicación aparecerá en la gran pantalla semicircular frente al cantante, llenando poco a poco el muro con las caras de aquellos que le apoyan. Si uno de los miembros del jurado acciona su pulsador para darle apoyo, otorgará automáticamente un 7% extra a la barra de aceptación. Si el concursante consigue el 70%, en la pantalla no quedarán huecos vacíos sin avatares y esta subirá para permitirle al cantante sentir el cariño de un enfervorecido público y celebrar su paso al programa.



La gran novedad (y riesgo) de este programa es el hecho de que se pueda votar a través de una aplicación gratuita de móvil. El hecho de que el público vote durante las actuaciones hasta conseguir un determinado porcentaje es algo que hemos visto en otros concursos, la mayoría de ellas con el público en plató. Uno de ellos es la versión española de “El Gong Show” (que poco tenía que ver con la clásica americana) o el reciente “Don´t Stop Me Now” que TeleCinco versionó con Pilar Rubio y José Corbacho llamándolo “Todo el mundo es bueno”.

 En ambos casos, el público vota en negativo, vota para que la actuación acabe porque la desaprueban. En “Estrellas en alza” no es así: el público vota para que el concursante se sienta apoyado, cada espectador ejerce con su móvil como si fuera un coach de “La Voz” y, gracias al muro que separa al público en plató del cantante, se consigue esa sensación.

El hecho de que la interactividad sea total e inmediata con el programa abre la veda en dos aspectos. El primero y más obvio, en el terreno de la incursión del público en las mecánicas de los concursos de forma aún más activa y adictiva: imagina cómo sería un comodín del público en “¿Quién Quiere Ser Millonario?” con esta tecnología; aunque más allá de la encuesta la tecnología quede un poquito corta.  El segundo, y más revolucionario, es que abre en el público un sentimiento ya existente en otros campos: el “todo gratis”, ya no tenemos que dejarnos 1,25€ para votar; algo que podría hacer que la gente dejara de votar para eliminar a un concursante en un reality igual que dejó de mandar SMS para que salieran en pantalla en los programas de debate al poder hacerlo a través de twitter.

Y es que en esa interactividad inmediata y gratuita reside el éxito de “Raising Star”: si aquí en España la aplicación obligara a pagar algo por cada voto positivo, el programa no funcionaría igual de bien y no tendría la atención del público porque sería más de lo mismo, de lo que ya hemos visto miles de veces desde que estrenaron el televoto en Eurovisión en 1997.

“Estrellas en alza” es probablemente el futuro reemplazo de “Tu Cara Me Suena” a partir de febrero de 2014; y, al igual que “La Voz”, será un gran éxito debido a la originalidad en la fase de audiciones. Habrá que ver si también lo es por sus fases de clasificación y final.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

¿Qué Apostamos? VS Increíbles, el gran desafío


El Versus de hoy será, probablemente, de los que puede descubrir a más de uno las similitudes un formato con otro.  Espectaculares desafíos en el plató tenían lugar en los dos programas, pero… ¿Cuál de ellos ganará este? A mi izquierda, uno de los grandes éxitos de la historia de la televisión europea; a mi derecha, uno de los formatos en alza a nivel internacional. El ring, un estudio con una grada con muchísimo público para generar presión sobre los concursantes. Hoy enfrentamos: “¿Qué apostamos?” versus “Increíbles, el gran desafío”.

¿QUÉ APOSTAMOS?
Televisión familiar de la España de los 90, que consiguió encumbrar a Ramón García como presentador de entretenimiento. Un espacio que nació en Alemania en 1981 llamándose “Wetten, Dass?” y que fue considerado por la consultoría The Wit como uno de los más importantes desde la creación de la televisión, hasta el punto de afirmarse que cualquier artista internacional que quisiera hacer carrera en el mercado germánico debía sentarse en el sofá de los invitados. A nosotros nos llegó a nosotros a rebufo de la adaptación italiana de la mano de Europroducciones.




En la versión clásica del programa, cuatro desafíos en el que cuatro personas o grupos de personas apostaban que eran capaces de conseguir un reto prácticamente imposible poniendo a prueba cualquier habilidad que ellos tenían en una serie limitada de intentos. Sobre esa premisa que ofrecían los concursantes, un grupo de famosos invitados sentados en un sofá con la copresentadora (en origen, Ana García Obregón) debían pronosticar si este lo conseguiría o no y apostar una determinada cantidad en dinero ficticio: el famoso o los famosos con menor montante en pesetas virtuales al final del acababa en la ducha del programa; decidiendo el público con sus llamadas desde casa si se merecían la ducha los invitados o uno de los presentadores amonestados por La Comisión, la omnipresente voz en off que ejercía de juez de las pruebas del programa; ya fuera por no tener un buen papel a lo largo del programa o por no conseguir que una determinada cantidad de público acudiera con algún objeto a los Estudios Buñuel de Madrid.
programa,



Al conseguir su desafío, los concursantes ganaban un premio en metálico; y al final del programa, superasen o no su reto, se enfrentaban al veredicto del público que determinaba qué apuesta de la noche había sido la mejor y, por tanto, se merecía el premio de la noche. Todo esto, trufado de “cómicos” números musicales corales con los presentadores y artistas invitados de medio mundo.

En el año 2009, varias cadenas de la FORTA decidieron recuperar el formato actualizando la fórmula de las últimas temporadas, en las que desaparecía la apuesta con moneda ficticia para jugarse si se libraban o no de una pequeña tortura; siendo presentado en esta ocasión por Carlos Lozano y Rocío Madrid.

Lo que nunca ha perdido en España ha sido su silbable y tan querida (como odiada) sintonía. Al inicio de este vídeo, la más recordada: con los dibujos animados del elefante y el tigre, mascotas del programa.



INCREÍBLES, EL GRAN DESAFÍO

Adaptación a España de “El supercerebro de Alemania” (“Deutschlands Superhirn”) y distribuido internacionalmente como “The Brain” por Endemol, del que disfrutamos durante la temporada pasada en Antena 3 como gran alternativa a “Sálvame Deluxe”.

El programa, presentado por Carlos Sobera, es un torneo para decidir quién tiene la habilidad mental más espectacular de todo un país, pasando los mejores de cada noche a una gran final en el último programa de la temporada. Un concursante afirmaba que eran capaz de conseguir un reto prácticamente imposible poniendo a prueba cualquier habilidad mental; pero sin posibilidad de error.


En este planteamiento residen dos grandes diferencias con respecto a “¿Qué Apostamos?”, al no permitirse errores y al tener todos los retos alguna relación con la mente. En “Increíbles, el gran desafío” tenemos también un sofá con famosos; pero, tercera diferencia, en esta ocasión no son invitados que cambian cada semana, sino colaboradores fijos de los que se sabe que pueden dar espectáculo en cualquier momento (en España fueron Santiago Segura, Mario Vaquerizo y Chenoa).

En este concurso, además, se potencia el desafío por encima del gran show que era“¿Qué Apostamos?”: salvo que estuviera justificada por la prueba, no hubo ninguna actuación de grupo o cantante conocido en el programa; teniendo ocho retos por noche, ocho personas demostrando lo que sabían hacer. También hay que decir que la última temporada del concurso de la ducha en las autonómicas con Carlos Lozano y Rocío Madrid también aumentó el número de apuestas por noche.


La cuarta diferencia de “Increíbles, el gran desafío” reside en la votación final de la noche; donde el sofá de colaboradores ejercía como jurado y aportaba uno de los clasificados y se realizaban dos votaciones: Una primera, para eliminar a la mitad de los participantes; y una segunda para elegir al ganador.

Por cierto que, al comprar un formato internacional, compras muchas cosas; y una de ellas es el diseño de los desafíos que aparecen en el programa. La prueba anterior con el concursante ciego fue también una de las más espectaculares de la versión Alemana.




¡TÚ DECIDES!
Dos programas de entretenimiento blancos y familiares con los que pasar la noche de los viernes, dos programas que relanzaron el concepto "prueba en exteriores". ¡Duelo en el sofá de los invitados! ¿Quién supera la apuesta y quién va a la ducha? ¡Tú lo decides en la encuesta! Y que quede claro… ¡El triunfo es arriesgar!






lunes, 25 de noviembre de 2013

¡Eso puedo hacerlo! (I can do that!)



Uno de los grandes países que suelen ser conocidos por innovar en el mundo del formato es Israel. Una de las productoras israelíes con mayor proyección internacional es Armoza Formats (“I still standing!”-“¡Ahora Caigo!”), que en el último MipCom han presentado al mercado internacional un talent show con famosos: “I can do that!” (“¡Eso puedo hacerlo!”).

LA FÓRMULA: Famosos + "Got Talent" ("Tienes Talento")  + "Happy Family Plan" ("Todo en Familia")

En "¡Eso puedo hacerlo!" un grupo de famosos se enfrentan todas las semanas al más difícil todavía en cualquier reto imaginable.



Al igual que el éxito de la fórmula de “Tu Cara Me Suena” fue incluir a famosos en la ecuación de “Lluvia de Estrellas” (“Stars in their eyes”); aquí han incluido a famosos en la ecuación de “Tienes Talento”: los conocidos concursantes deberán superar retos que vayan desde bailar un hoola hop a ejercer de barman acrobático, pasando por malabares con fuego. Esto nos demuestra que cualquier competición que pueda ser medianamente lucida y que pueda acaparar la atención del espectador por su espectacularidad, puede ser un fenómeno de audiencias si se utiliza el tamiz de los famosos para que la conozca; como ocurrió en el caso de los saltos de trampolín y “¡Splash”, que tras la buena acogida veraniega que tuvo en Holanda, el mismo equipo desarrolló una versión de invierno con saltos de esquí.

El plató con un escenario de formas redondas en este formato hace que, inevitablemente, nos recuerde a “Tu Cara Me Suena”. Y quizás no sea una mera coincidencia e intenten utilizar ese detalle de la puesta en escena a su favor para asegurarse una mejor acogida en aquellos países que ya disfrutan del formato de imitadores más exportado de España; dado a que en la mayoría de países se utiliza el mismo diseño de escenografía. También son ocho famosos, pero aquí no hay un pulsador para elegir las imitaciones “al azar”: son los participantes los que los escogen dando un paso al frente y gritando ¡Eso puedo hacerlo! cuando se presentan los retos de la siguiente semana. Pero la encerrona será para otro de ellos, porque escogerán (a traición) a un compañero de actuación.

En "Got Talent" los concursantes llevan lo que saben hacer... Pero en "¡Eso puedo hacerlo!", los concursantes aprenden en una semana. Encontramos también una conexión a través de este elemento del reto con otro formato. Un programa que enfrentaba a sus concursantes anónimos a cualquier desafío teniendo sólo una semana para ensayarlo era "Todo en Familia", adaptación española del japonés "Happy Family Plan"; en el que Ramón García retaba al padre o a la madre de una familia a superar un reto a cambio de un viaje a un lugar que la familia desease y un regalo para cada uno de ellos, escogido por ellos mismos. ¡Ay, las lloreras de los más pequeños de la casa cuando papá se veía superado por el reto y se quedaban sin premio! Eso sí, en este programa se potenciaba el reto como prueba a superar, no como espectáculo a conseguir una destreza: es por ello que "Todo en Familia" era un Game Show, y esto es un Talent Show.



En España, "I can do that!" podría haber sido un reemplazo para el inicio de 2014 de “TCMS” como lo fueron los trampolines el año pasado en Antena 3; de no ser porque este formato ha sido adquirido por Cuarzo (la productora de Ana Rosa Quintana) y está barajándose la posibilidad de que aterrice en TeleCinco. Cabría recordar que este binomio productora-cadena gestó el año pasado “¡Mira Quién Salta!” y que, claramente, este programa es bastante más barato que el del año pasado y puede ser igual o más rentable.

A TeleCinco le han funcionado muy bien las últimas temporadas de “Tú Sí Que Vales”, programa familiar de corte similar que ahora mismo no tiene en emisión; por lo que se aseguran que a la audiencia fiel de este formato se le una la audiencia de “Sálvame” con la consabida cuota de casting que pueda enlazar la una con la otra; al igual que ya ocurrió en su momento con “¡MQB! - ¡Más Que Baile!”.
Además, es un programa que se podría grabar en la misma semana de emisión o con dos semanas de diferencia como “TCMS”, lo que facilitaría que colaboradores muy potentes del cortijo de Jorge Javier Vázquez pasen por el escenario. Lo único que podría hacer peligrar a corto plazo la existencia en la cadena amiga de este programa es el futuro retorno de “Supervivientes” o "Acorralados".

martes, 19 de noviembre de 2013

¡Splash! VS ¡Mira Quién Salta!



Hoy, en el Versus de “¡A la parrila!” enfrentamos a dos talent shows de altos vuelos que acaban de terminar su litigio en los tribunales en Holanda: a mi derecha, el formato que hizo que los saltos de trampolín se convirtieran en un espectáculo en PrimeTime; a mi izquierda, el primero que puso a famosos en serios apuros… aunque TeleCinco no le sacase partido a esa posibilidad. El ring, una piscina y dos trampolines. Hoy enfrentamos: “¡Splash! Famosos al agua” versus “¡Mira Quién Salta”.

¡SPLASH! FAMOSOS AL AGUA

Antena 3 buscaba una manera de sustituir de forma efectiva a “Tu Cara Me Suena” y vio en el trampolín la mejor opción, después de que TeleCinco decidiera comprar los derechos de “Stars in danger”. Es por ello que apostó por el formato internacional “Celebrity Splash!”, distribuído por EyeWorks (su filial en España es CuatroCabezas, productora de “Quién Quiere Casarse con mi Hijo”), tras triunfar en su estreno durante la temporada de verano en Holanda bajo el nombre de “Sterren Springen” y al funcionar bastante bien en el circuito internacional de ventas.



“Sterren Springen” es un programa que pasa de la más absoluta fiesta a la hora de presentar al concursante y este subir al trampolín a la máxima tensión en el momento del salto. Y eso funciona. Además, el que fuera un programa de verano permitía que fuera un pelín más festivo si cabe. “Celebrity Splash!” ofrece un espectáculo completo, una gran gala de las de toda la vida que tiene lugar en una piscina: si en una gala había cuerpo de baile, aquí tenemos equipo de natación sincronizada.

España fue el cuarto país en adaptar el formato, tras su estreno y pasar por Francia y Reino Unido; y predecesor en semanas a China y a Estados Unidos. Formalmente,  hay que aplaudir que desde Antena3 y CuatroCabezas pusieran toda la carne en el asador para sorprender y hacer valer su programa sobre “¡Mira Quién Salta!”, innovando en la puesta en escena hasta límites insospechados: fuimos el primer país en considerar que era necesaria una gigantesca pantalla de leds con la que aportar show multimedia o dramatismo a cada una de las situaciones, una de las grandes sorpresas. “¡Splash! Famosos al agua” mejoró la fórmula que recogía de la versión británica: impregnó de tensión la subida de los concursantes al trampolín gracias a la combinación de grafismo, música de tensión, voz en off anunciando alturas y un travelling ascendente (que, lástima, desapareció en la segunda gala).


*Ejemplo de salto en el minuto 11:02

Muy cuidado visualmente hasta el extremo de competir en una encarnizada lucha con TeleCinco y Cuarzo Producciones por conseguir realizarlo en la piscina del Centro de Natación Madrid ´86, reconocible por su cúpula. Y una tremenda labor de casting, tanto para concursantes como para jurado… Aunque todavía no sé muy bien por qué Guti lo era.

En su contra, “¡Splash! Famosos al agua” pecó en exceso de alargar el formato, tanto en temporada como en duración de las galas. Y es que la duración es uno de los grandes males de nuestra programación, por intentar estirar como un chicle lo que algo funciona para cubrir el late night con el programa del prime time: la solución fue aumentar el número de concursantes. De 18 participantes de la versión original, en España subimos a 28; y esto hizo que, en buena parte, tampoco se pudiera terminar de conectar con los participantes o de poder aportar algo de reality que diera algo más de chispa a una fórmula que cansaba a partir del cuarto programa.

¡MIRA QUIÉN SALTA!

Cuarzo, la productora de Ana Rosa Quintana, compró los derechos de emisión de un programa alemán que casi es un clásico tras estar en pantalla desde 2004 y se desató la guerra al adquirirlo TeleCinco. “TV Total Turmspringen” se distribuye internacionalmente como “Stars in Danger” con Banijay Group. Pero este programa no sólo consistía en enfrentar a un grupo de personas a un salto de trampolín, sino que durante toda la temporada se enfrentan a diversas pruebas deportivas y/o físicas que pueden poner a sus famosos concursantes en más de un aprieto. Y, entre todas ellas, tenía un especial seguimiento el programa de salto de trampolín.

 Basándose en el éxito de esta prueba, EyeWorks crea “Sterren Springen” y su buen rendimiento en verano de 2012 hace que aumenten las ventas en el circuito internacional de “Star in Danger” sólo en su modalidad de saltos de trampolín.

En origen, “TV Total Turmspringen” era un programa que sólo emitía la competición oficial, como si se tratase de la transmisión de un mundial de natación: es más, la realización y el grafismo era el mismo que en dichos eventos y sólo una voz en off de un comentarista ejercía de presentador. La única diferencia es que se permitían la licencia de alguna actuación musical en directo y una reportera que entrevistaba a los concursantes antes de saltar. Es decir, el programa tenía apariencia de un competición deportiva, no de un programa de entretenimiento.

TeleCinco y Cuarzo aprovechan y deciden explotar lo que ya había funcionado en la versión británica de “Splash!”: los trampolines se identifican con scrolls de leds de alta resolución. Además, potenciaban a través de su sintonía la idea de gran reto y superación, algo que sólo hacía “¡Splash! Famosos al agua” en la subida al trampolín.

“Stars in Danger: High Diving” fue la versión del mismo formato que decidió realizar la FOX americana. Y esta incluía algo que no tenía ninguna anterior: el reality, el cómo los concursantes sufrían cuando salían del entrenamiento. Y el hecho de que la versión española tuviera que desplazarse hasta Gran Canaria para poder grabarse, dado a que sólo dos piscinas en España podían acoger dicha prueba al contar con entrenadores y una ya era de Antena 3, sirvió de perfecta excusa para aumentar este contenido al existir convivencia entre sus concursantes entre gala y gala.

A favor de “¡Mira Quién Salta!”, que la serie (también de ocho programas) se condensara en un corto espacio de tiempo, evitando el desgaste que habían fomentado entre las dos cadenas y que sufrió “¡Splash! Famosos al agua” en el último mes que no compartieron en antena; así como que escogiera un casting de 18 concursantes con gran potencial en “Sálvame”: todo lo ocurrido en las piscinas permitió que se generasen tramas de las que hasta hace poco bebió el magazine vespertino/nocturno y que también ayudaron a aumentar el interés del espectador sobre las galas semanales.

Un programa más modesto en ejecución, con menos presupuesto; pero que resultó ser más rentable que la superproducción de Antena 3.

¡TÚ DECIDES!

Tras presentar demanda Banijay a EyeWorks por plagio de “Stars in danger”, esta misma semana la justicia holandesa la ha desestimado al considerar que existen diferencias entre uno y otro. Pero aquí no hace falta que te pongas la toga para decidir quién gana nuestro enfrentamiento de hoy. Dos programas de verano que se hicieron en invierno. ¿Quién saltará a la piscina y esta no estará vacía? Tú decides cuál no volverá a saltar desde los 10 metros. ¡Vota con tus comentarios!

lunes, 18 de noviembre de 2013

Yo sobreviví a un concurso japonés (Big In Japan)


En el UpFront de hoy tenemos un reality game que, aunque pudo haber recalado en La Sexta hace cinco años, no ha llegado a estrenarse en España: “Big in Japan”.

LA FÓRMULA: Los concursantes como pez fuera del agua de “Perdidos en la Tribu” + “Supervivientes”/”Gran Hermano VIP” + “Humor Amarillo” + “El Grand Prix del Verano”

¿Qué pasaría si enfrentásemos a un grupo españoles a un concurso japonés… hecho en Japón?

Probablemente, lo más parecido al paradigma de un concurso japonés que hemos tenido en España haya sido el histórico “El Grand Prix del Verano” que hizo que Ramón García nos animara los veranos desde TVE antes de que Bertín Osborne ocupara su lugar en las autonómicas. Siguiendo la senda que abrió “Jeux sans Frontieres-Juegos sin Fronteras” que producía Eurovisión; llegó a nosotros un estilo de concurso de pruebas en el que los concursantes, con disfraces variopintos, caían al suelo de todas las formas posibles o luchaban contra elementos tales como cintas transportadoras, piscinas, péndulos gigantes y el cronómetro jugando en su contra.

Y ellos, a su vez, bebían en parte de dulcificar concursos japoneses tales como “Takeshi´s Castle”, título original de lo que aquí llamamos en su momento “Humor Amarillo”. Porque, hasta la llegada de este concurso ¿En cuántos programas habíamos disfrazado a concursantes de bolo gigante para que fueran derribados?
El gran año de inflexión del concurso de la vaquilla fue el verano del año 2000, cuando decidieron grabar el programa en la plaza de toros de Móstoles y prácticamente todas las pruebas pasaron a tener algún referente del japonés: llegaron juegos como los troncos locos o manos a la carta,  probablemente las más exitosas de esa etapa dado a que duraron hasta el fin del formato.

También debemos sumar que, desde el nacimiento de YouTube, los vídeos de cámaras ocultas o concursos japoneses con desafíos extremos tienen cada vez más adeptos entre los internautas por su estética hortera (permítanme la licencia) y por la locura que parece invadir tanto a presentadores como a público.

¿Están hechos los japoneses de otra pasta o también podrían aguantarlo cualquier hijo de vecino? “Big in Japan” intenta demostrar que cualquiera puede hacerlo (o no) con dos temporadas en la ABC estadounidense (haciendo tándem en la misma noche con “Wipeout!”) bajo el nombre de “I Survived a Japanese Gameshow”, produciéndolo en otros cuatro países más y ganador de las Rosas de Oro al Mejor Reality y al Mejor Concurso. Y los que lo intentan demostrar son los propios japoneses, dado a que la idea de traer a extranjeros a sus concursos viene de la productora nipona Fuji Television Network, creadora del tetris humano de “El Muro Infernal”… o quizás también la idea viene de un mítico capítulo de Los Simpson.



Dos grupos de compatriotas son llevados a Japón para enfrentarse entre ellos a un concurso japonés. El factor reality entra en juego no sólo por el estilo de su realización, sino porque los concursantes son divididos en dos equipos al más puro estilo “Supervivientes”… O quizás más bien al más puro estilo “Gran Hermano VIP”, porque el equipo que gane la primera ronda de juegos vivirá con más comodidades que el equipo contrario. Los perdedores se enfrentarán a una ronda más de juegos para decidir quién de ellos queda eliminado y vuelve a su país.

Al igual que en “Perdidos en la Tribu” o en “Pekín Express”, todo lo que va más allá de las pruebas en sí es vendido como una inmersión en la cultura japonesa con sus pros y sus contras para los concursantes: conocerán lo que es un viaje en tuc-tuc cómodamente como pasajero si ganan la prueba o puede que lo hagan tirando de él si es que la pierden.

El hilo conductor y el desencadenante de todo es ver cómo los concursantes participan en un concurso japonés en Japón: con presentador japonés y con público japonés. Esta sensación se aumenta para el espectador al estar realizado siguiendo ese estilo de peculiarmente desenfadado de los cámaras nipones y con grafismo en japonés. Sobre las pruebas, si es cierto que son prácticamente iguales, pero con una salvedad: donde los japoneses torturan con agua hirviendo o hielo, los occidentales seguimos poniendo (gracias a Dios) harina de repostería. Pero, lo que no cambia, es que los concursantes sufren el más absurdo ridículo; con la diferencia de que el público se ríe de ti y no sabes por qué al no entender el chascarrillo del presentador.

Sobre su llegada a España, ahora mismo ni está ni se le espera. En verano de 2008, justo después de que la ABC acertara con su adaptación y durante el gran apogeo de “Sé Lo Que Hicisteis”, donde Miky Nadal solía ofrecer fragmentos de estos concursos, la cadena compró los derechos para una adaptación en nuestro país a cargo de Zeppelin; algo que se podría antojar algo improbable en este momento. Era un buen momento incluso para dar un gran espaldarazo a la carrera del cómico aragonés y ofrecerle el cargo de presentador; pero ahora puede ser bastante complicado el que pueda llevarse a cabo tal y como lo vemos en algunos vídeos de YouTube. Salvo que los concursantes españoles sean colaboradores de “Sálvame”, creo que tendremos que esperar mucho para verlo en nuestras pantallas. O que a Cuatro se le acaben los tróspidos y decidan sacarle partido para poder volver a enfrentar a un grupo de concursantes a la realización de Eyeworks-Cuatro Cabezas, pudiendo ser un gran remplazo a ellos.

Por cierto, disfruten del capítulo que fue estreno de este programa en EEUU.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

MasterChef V.S. TopChef



Hoy, en el Versus de “¡A la parrila!” tenemos dos pesos pesados de los Talent Show culinarios: a mi derecha, programa revelación de la temporada pasada; a mi izquierda, el que muchos defienden como padre del género en versión reality. El ring, la televisión española. Hoy enfrentamos: “MasterChef” versus “TopChef”.

MASTERCHEF
La gran apuesta de TVE por volver al espectáculo; que empezó con mal pie pero que, poco a poco, mejoró con un acertado cambio de día (del miércoles al martes), adaptándose poco a poco al público español y llegando a ser todo un fenómeno de masas. Competición de cocineros amateurs, evolución de un formato inglés que existía desde 1990 que en 2005 encontró una nueva fórmula para volver a estar en el candelero. En este vídeo de 1996 podemos ver la impagable la cabecera antigua y la estética noventera a más no poder, que parece un talkshow con Ana Lozano antes que un programa de cocina.



El hecho de que el programa sólo llevase un par de semanas entre su grabación y su emisión permitió oír a la audiencia y mejorar el programa: la conversión de la tensión inicial de los jueces en una distendida presión trufada de momentos de humor, de no explicar cómo se hace un plato hasta prácticamente

contar cómo se hacen cada uno de los menús en los últimos tres capítulos. Un magnífico casting con concursantes que permitían espectáculo y que toda la casa encontrase algún perfil con el que empatizar; así como un jurado de chefs que dieron a conocer una vis cómica inesperada tras su versión más propia de Risto en las pruebas de selección.

Precisamente, la comedia ha sido uno de sus puntos fuertes gracias a que la competición es de chef aficionados; cosa que aumenta el riesgo de que el plato falle y se pueda ver cómo un concursante se pelea con una langosta para cocinarla, que la tarta de fresa más fea de la historia será la más buena de España o que un pavo al horno mal cosido y poco cocinado pueda llegar a ser reanimado por Pepe Rodríguez.



Y, a esto, añadir un halo de magia que otros talent shows no han conseguido, gracias a una acertadísima ambientación musical y a una deliciosa realización; permitida, en buena parte, por un grandioso decorado.
En su contra, la alta exigencia a un grupo de triunfitos cocineros que, como se suele decir, habían ido a jugar y no a demostrar su profesionalidad; dado a que ellos son amateurs.


TOPCHEF
Recién llegado a España, pero defendido por muchos como el primer reality de cocina de la historia a nivel internacional al ser de 2006 (no me salen las cuentas, quizás se escudan en que MasterChef existía con anterioridad y que sea de la misma productora de "Project Runway", del que hablaremos uno de estos días) ; “TopChef” nos llega a rebufo de la fiebre del anterior. Un programa diseñado para ser más minoritario: originalmente, iba a ser destinado a La Sexta y, aprovechando el tirón, decidieron ascenderlo a Antena 3 a mediados de verano. Pretendían asegurarse al público de "Pesadilla en la Cocina" y que este migrara al primer canal de  A3Media

Un casting realizado buscando más el choque entre ellos que el que empaticen con el público; algo que se hace más complicado al ser un grupo de cocineros profesionales, un sector determinado que no tiene por qué motivar a toda la población.


Su punto fuerte: Alberto Chicote. La gran sorpresa de la temporada pasada que, tras tener sueños nada agradables en las cocinas de restaurantes al borde de la quiebra, se enfrenta al ego de un grupo de cocineros. Pero su aparición ha hecho que el formato original se “chicotice”: su característico plano mirando al redactor fuera del encuadre aparece constantemente, y la tensión que intenta transmitir hacia los cocineros como un moscardón durante las pruebas es la misma que ya realizaba entre fogones durante los servicios que podíamos ver en La Sexta.

Aunque poco a poco vayan cobrando peso, el papel de Chicote como presentador no ha dejado en los que los otros dos jueces estables tengan peso suficiente como para desarrollarlos mediáticamente; aunque en ambos se esboce la posibilidad de que puedan tener también un nutrido club de fans: el chef gaditano Ángel León ya ha dado perlitas y derrocha esa chispa que sólo tienen los Cadiz; y Susi Díaz resulta incluso más agradable que su homóloga en “MasterChef”, Samantha Vallejo-Nájera. De existir presentador, como en EEUU, conoceríamos sanos piques entre los miembros del jurado como los que hemos descubierto en el programa de TVE, pero ahora ellos son los que deben diferenciarse para que no pese más la carga de llegar posteriormente del que fue su adaptación libre en Reino Unido.
primeros programas

Una realización más humilde al tratarse de un plató bastante más pequeño que el de los Estudios Buñuel de TVE, se echa de menos saber dónde pueden estar los productos en la despensa.
TopChef se postula como un programa que, ahora que empiezan a surgir los roces entre los cocineros, apunta mejores maneras; al haber sido eliminados concursantes que ofrecían mucho espectáculo.

Grandes aciertos son las catas a ciegas de los platos, que transmiten más veracidad; y que los retos sean más variados y complicados que en “MasterChef”: ellos son profesionales que tienen que demostrar su profesionalidad, y no les queda otra que mantener su nombre.



¡TÚ DECIDES!

Un formato que ha abierto el género en España contra otro que reclama su supremacía ¿Pesa la ventaja de ser el primero en llegar? Duelo en El Bohío, TVE contra Antena 3. Tú eliges quién gana este versus ¿Se quitará “MasterChef” su delantal negro o “TopChef” recogerá sus cuchillos? ¡Sólo con tus comentarios sabremos quién abandona la cocina! ¡Vota!

lunes, 11 de noviembre de 2013

¡Suelta a los perros! (Release the hounds)



¡Arrancamos en "¡A la Parrilla!" y lo hacemos como nos gusta!

¡Bienvenidos al UpFront! Hoy empezamos esta sesión de screening con un realitygame estrenado la semana pasada en la iTV inglesa con motivo de la celebración de Halloween: "Release de Hounds", que lo podríamos traducir como “¡Suelta a los perros!”.

LA FÓRMULA: Gala de Halloween de “Gran Hermano” + La Casa del Terror del “Club Megatrix” + La película de “Los Juegos del Hambre” + “Fear Factor” + “Scream Queens” + Primera temporada de “Fort Boyard” en Francia (1990)

En “¡Suelta a los perros!” tres concursantes se enfrentan al reto de hacer una marcha en un bosque oscuro durante una noche, siguiendo las flechas que les llevarán a diversas situaciones entre los árboles en las que tendrán que superar sus miedos. Pero no miedos en el sentido de superación de fobias (que también hay un poco de eso), sino los propios de cualquier película de terror. Es por ello que hay continuas referencias a películas como “The Ring”, “El Exorcista” o “Sé lo que hicisteis el último verano”. De hecho, los concursantes llegan al bosque en una furgoneta Volkswagen como si de una mítica película de serie B se tratase. Los concursantes visitan cada una de las escenas (con susto incluido) que les depara el bosque para conseguir una llave con la que podrán abrir los cofres que contienen el premio.


El nombre del concurso lo recibe a raíz de su prueba clave, a la que se van enfrentando de uno en uno según les va obligando el presentador por un walkey (obligando a disminuir el número de personas del grupo), donde el elegido se enfrenta al reto de correr como un pollo descabezado por un callejón de verja metálica después de haber almacenado en su mochila el contenido de uno de los cofres del dinero. Nada que no hayamos visto ya contrarreloj en cualquier otro concurso… Pero, esta vez, no es el tiempo lo que juega en su contra: un grupo de perros guardianes le perseguirán durante su carrera para derribarle. Si salta la valla del final sin que lo hagan, ganará el premio. ¡Ojo! A mayor premio, menor distancia entre la salida del concursante y la salida de los perros.


Estamos ante un programa que, en España, podría encajar perfectamente en Cuatro. No sólo por el hecho de ser un formato arriesgado para el resto de cadenas respecto a su línea actual (hace unos años podría haber encajado sin problemas en el latenight de los domingos de Antena 3, que ya emitió en su momento “Factor Miedo” o “Distracción Fatal”); sino porque es un programa para un público joven que, desde sus inicios, ha sido uno de los objetivos de esta cadena.

El hecho de que perros guardianes adiestrados molesten a un concursante con un traje acondicionado para tal fin no es nueva: ya pudimos verla en algunos concursos anteriores como “El Gran Juego de la Oca” (Aquí la prueba en YouTube). Aunque en el concurso inglés, aparentemente el concursante se enfrenta a cuerpo descubierto, si es cierto que en el momento de la carrera incluyen una especie de parka acolchada que no llega a ser uno de esos incómodos trajes de adiestrador.

La mecánica de llaves y cofres con premios en metálico tiene muchos referentes; pero recuerda especialmente a la de la primera temporada en Francia del mítico “Fort Boyard”; en la que los concursantes buscaban llaves en las celdas con pruebas no para conseguir abrir la Sala del Tesoro, sino llaves para abrir los cofres que estaban dentro de esta. El vestuario de los concursantes y la estética al desarrollarse dentro de un bosque tienen la influencia de la película basada en la novela “Los Juegos del Hambre”; algo que no ocultan la distribuidora del formato (Sony Enterteiment), al incluirlo en su ficha en internet. Además, también apuntan en dicha ficha que el concurso puede otorgar momentos de humor a través de las reacciones de los concursantes; algo que ya hemos visto en otros programas como el reality “Scream Queens”, en el que buscaban a una de las protagonistas femeninas de la saga de terror SAW.

Para aquellos que fueron tiernos infantes en la década de los 90 y principios del 2000, una conexión también podríamos establecerla con el concurso “La Casa del Terror” que se emitía como sección dentro del mítico “Club Megatrix”, en el que equipos de tres niños entraban en una casona abandonada a recuperar de sus monstruos una serie de gemas a cambio de regalos. La misma mecánica, pero sin perros al acabar; aunque sería bastante absurdo que se basaran en un concurso infantil que pasó con más pena que gloria hace cerca de tres lustros. Que, por cierto, donde grababan los exteriores de la mansión son la misma casa que una década más tarde sería la enigmática Villa Dorita de la serie “Los Protegidos”.

“Release de Hounds”, visualmente, es muy potente: no sólo por lo trabajadas que son las escenas y la ambientación de cada uno de los sustos; sino por el espectáculo visual realmente impactante en el que se puede llegar a convertirse la carrera del concursante… Pero del que uno se puede llegar a cansar fácilmente de ser un programa semanal y no un programa eventual. Unos perros que están adiestrados para parar con la señal de su adiestrador; pero de los que llegan a convencer a los concursantes de lo que, correctamente, resumen en el eslogan de venta: “Los perros no saben que esto es un juego”.

¿Quieres disfrutar del programa completo? Alguien ya lo ha subido a YouTube…